Viajes, la división del mundo

Argumento

Los Viajes, la división del mundo son el testimonio de las hazañas y aventuras que vivió Marco Polo durante los casi veinte años de exploración de Oriente.

Caracterizada por la brevedad de los capítulos, Marco guía al lector en este apasionante recorrido por los imperios más poderosos de la época, por sus costumbres y su modo de vida.

Abstracción

Los Viajes de Marco Polo empiezan desmintiendo ser unos diarios o un cuaderno de bitácora. La obra es fruto de la escritura de Rustichello de Pisa, con quien Marco tiene la fortuna de encontrarse en Génova en 1298, concretamente durante su estancia en la cárcel.

Es Rustichello, un escritor y filósofo de la época, quien decide que las vivencias de Marco merecen ser escritas para ser compartidos. El contenido de las aventuras de Marco es tan singular que su testimonio debe ser leído.

Con esta premisa y con la idea de que todo lo relatado es producto de la experiencia real de Marco, el lector se sumerge en esta aventura hacia Oriente que empieza con Nicolás y Mafeo Polo, padre y tío de Marco.

Son estos dos hombres quienes inician esa descubierta de Asia y todos los intercambios comerciales que pueden surgir de ellos. Destaca su afiliación con el Gran Khan, figura dominante en Mongolia, quien ofrece empleo a estos dos valientes exploradores.

Marco se cría en Venecia junto a la madre, quien fallece de manera inesperada. No será hasta el regreso del padre cuando un Marco adolescente acompañe a los hombres en esta expedición. 

Así, Marco es instruido por el Gran Khan y designado embajador de sus tierras. Con tal disposición, Marco empieza el periplo por tierras armenias, persas y asiáticas, en las que se detiene para describir con brevedad y precisión sus gentes, costumbres, economía, fauna y flora.

Algunos territorios descritos son Bagdad, Kesimur, Ciandu (donde se encuentra el palacio del Gran Khan), el Tíbet, Quinsai, Caragian, la India, Sumatra, Maabar, Silán, Zanzíbar, Turquía o Rusia.

Marco sigue una cronología ordenada de la ruta de los descubrimientos, pero Rustichello decide introducir un elemento de intriga: adelanta información que genera suspense y que se resuelve conforme avanza el relato. Este recurso aporta cierta continuidad al relato y a la vez infunde al lector esas ganas de continuar con el viaje. 

Desnudando el libro

Los Viajes de Marco son un relato fascinante que sigue causando admiración. El comerciante veneciano se convirtió en hombre de mundo y guía de los hombres que solo pudieron imaginar tales gentes, costumbres y lugares.

Resulta inesperado que los viajes más conocidos no hayan sido escritos por el propio protagonista, sino que los recoge Rustichello, lo que enmarca el relato en una tercera persona que incide en él para destacar la veracidad de lo que micer Marco Polo presenció.

Supone un recurso que otorga verosimilitud y que, junto a los incisos del narrador que avanzan información sin desvelarla, producen una lectura ligera y entretenida. El ritmo es eficaz, ya que se basa en un descubrimiento constante e inesperado de lugares y espacios desconocidos.

El tema que hila la aventura es ese progreso de Marco a través de las distintas provincias que visita y el interés que sugieren a través de los rasgos que ha decidido destacar de ellas.

Una característica muy marcada del relato es la estructura que siguen los capítulos. En general, la gran cantidad de capítulos, más de doscientos, se debe a la brevedad de cada uno, ya que la mayoría ocupan media página. Dentro de cada apartado, Marco destaca la religión o su pertenencia a un imperio, por ejemplo: adoradores de Mahoma o sujetos al Gran Khan, para después realizar una generalización del aspecto físico de la gente, sus costumbres, la principal fuente de ingresos, sin olvidar lugares a destacar de sus tierras.

Resulta interesante la coletilla que utiliza después de la descripción de cada territorio: ya no hay nada digno de mención, así que pasamos a, como transición entre los diferentes pueblos. Es un método preciso y curioso con el que Marco aplica una subjetividad inherente, y es que aquello que es digno de mención lo es según su criterio.

Al final, lo que permanece de este relato es la subjetividad que contiene una narración de viajes, el interés que genera conocer las experiencias del otro y, ante todo, la curiosidad innata del ser humano.

Ambientación

Marco Polo, 1254 – 1324, nació en el seno de una familia trabajadora bien posicionada.

Hijo de Nicolás Polo, un comerciante veneciano, quien, junto al hermano, Mafeo, emprenden un viaje hacia Soldadía con fines mercantiles. Son estos dos hombres los que entran en contacto con el Gran Khan y quienes deciden introducir a un adolescente Marco en el oficio.

Así, Marco empieza a trabajar para el Gran Khan con apenas diecisiete años, precisamente el número de años que permanecerá a su servicio. Cuando abandona la corte de los Khan, Marco explora durante ocho años territorios que quedaban por descubrir antes de regresar a Venecia.

No obstante, durante su regreso, cuando se encuentra en Génova, donde está teniendo lugar un conflicto bélico, es apresado junto a Rustichello de Pisa, un escritor y filósofo de la época, durante un año. El resultado de este período es El libro de las maravillas, es decir, los conocidos Viajes.

Cuando consigue ser liberado, Marco conoce la fama a través de sus historias, que empiezan a circular entre las gentes de Europa. Sus últimos años se caracterizan por la familia que consigue formar y su éxito en el plano profesional con sus quehaceres comerciales.

En 1323 queda postrado en cama debido a una enfermedad, de la que fallece al año siguiente.

Reflexión

Los Viajes de Marco es de esas obras que no importa el tiempo que pase, siempre despertará curiosidad al lector. Es una lectura ligera, fácil y atrayente con la que el lector viajará por los distintos territorios de Asia.