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Rojo y negro

Argumento

Julián Sorel protagoniza una bildungsroman de marcado corte costumbrista y aire psicológico. Situada en la Francia rural de principios del s.XIX, el narrador retrata a un personaje devoto de los textos sagrados, pero con unos ideales napoleónicos difíciles de reprimir.

 

Abstracción

La narración empieza situando al lector en la pequeña ciudad de Verrières, una de las más bellas del Franco Condado, que aparece cubierta de nieve los primeros días de octubre.

El lector pertenece desde el inicio a la pequeña ciudad idílica que el narrador se esmera por elogiar y describir con gran énfasis al receptor, a quien apela directamente para formar parte del pintoresco escenario. Gobernada desde 1815 por el señor Rênal, un déspota cuyo principal objetivo es la de acumular cuantas más riquezas mejor y obtener un reconocimiento por ello.

En contraste con esta imagen, se introduce al indiscutible protagonista de la novela, Julián, hijo del propietario de la serrería Sorel, el cual sobrevive en medio de un injustificado y profundo odio por parte de su familia. Encontrando refugio en los textos sagrados y en el abate Chélan, Julián ha conseguido dominar el arte de la lectura y el latín, lo que despierta envidias en su entorno más próximo.

Los dos protagonistas de la novela quedan ya retratados como contrarios; Rênal como representante del poder social y económico; Julián como alma noble y humilde, dedicado al estudio teológico. Este extenso conocimiento es la razón por la que la vida de Julián Sorel cambia radicalmente cuando es recomendado y elegido para ejercer de preceptor de los hijos del señor alcalde.

Así es como Julián Sorel, el abnegado joven de diecinueve años, entra en contacto con esferas sociales superiores y, sobre todo, con la señora de Rênal. El joven desempeña un intachable papel con los hijos de su prefecto y se introduce paulatinamente, y con éxito, en los círculos de amistades del señor alcalde; quienes lo halagan con ofertas económicas mayores, sin abandonar la humildad y sinceridad que lo caracterizan.

Es por ello, que en poco tiempo Julián disfruta de una remuneración elevada y de una reputación irreprochable. No obstante, Julián y la señora de Rênal van uniendo lazos con el tiempo, hasta convertirse en atormentados amantes perseguidos por las indiscreciones del señor Rênal, quien acaba por conocer la aventura. Entonces, el abate Chelán y los contactos que ha podido establecer, le ofrecen una escapatoria: abandonar Verrières para convertirse en el secretario del señor de la Mole, un respetado duque de París.

Julián aterriza en la ciudad desubicado y dolido por un amor no correspondido e indecoroso. Pero pronto, su carácter afable, tímido y seguro vuelve a seducir, y cae en manos de una relación amorosa más arriesgada que la anterior. La crítica social está presente desde el inicio, marcada por el desajuste de su lugar de origen; sin embargo, nunca imaginó verse rodeado de personajes tan artificiales, pero a la vez tan fascinantes.

Aunque transcurren unos meses de prudencia y modales fríos hacia la duquesa de la Mole, hija de su señor, finalmente ambos sucumben al placer inevitable y se convierten en unos amantes turbulentos. La gran pasión y devoción que se profesan se enfrenta a una educación imperturbable que niega todo y actúa con fríos ademanes.

Cuando Matilde de la Mole confiesa a Julián que se halla encinta, ambos amantes deciden hacer pública su relación. No obstante, la sombra de la señora de Rênal aparece en forma de epístola dirigida al señor de la Mole, situación que pone en peligro un feliz desenlace.

Julián Sorel decide entonces esperar y acudir a la iglesia donde la devota señora de Rênal se encuentra y atentar contra su vida con dos disparos. Por fortuna, el incidente no arrebata vida alguna, pero la culpa y el intento de asesinato pesarán sobre Julián en forma de juicio. Toda la ciudad de Verrières y la gente de París se reúne en el juicio donde se declara culpable a Julián, a pesar de los intentos por liberarlo de la propia señora de Rênal, la señora de la Mole y otros contactos eclesiásticos.

El final reúne la tragedia que Julián había acumulado a lo largo de dos años y es ejecutado en la guillotina. La señora de la Mole reúne fuerzas y consigue darle digna sepultura al padre de su hijo; pero la señora de Rênal, en un arrebato de debilidad amorosa, decide poner fin a su vida.

Desnudando el libro

Rojo y negro resulta un libro complejo, con diversas capas de significado. La más evidente de ellas es que se trata de una bildungsroman, es decir, una novela de aprendizaje que narra la evolución del personaje principal. En el caso de Julián Sorel, su proceso se caracteriza por la ascensión social progresiva que se revela completa con el embarazo de Matilde de la Mole; describiendo el crecimiento social de un simple aserrador a un duque de París.

No obstante, este aprendizaje no llega a completarse por un acto que Julián realiza de manera pasional. Este impulso es obra de lo que durante toda la novela se ha expuesto como la parte ambiciosa de Julián, el cual cree en los ideales napoleónicos y cuyo objetivo es el de conquistar y obtener una buena posición social.

Este tema está latente durante el transcurso de la narración, aunque en apariencia el triunfo lo obtenga la parte más racional y modesta del joven. Julián se divide interiormente en dos personalidades opuestas que consigue equilibrar hasta el gran final. Pudiera entenderse que la codicia acaba por adueñarse de él, pero lo cierto es que Julián siempre ha sido ambicioso, si bien reprimía sus impulsos con mayor celeridad.

Los personajes que rodean a Julián representan un modelo de comportamiento social de la época, como por ejemplo el señor de la Mole, el señor Rênal o Valenaud, quienes claramente son la ambición y avaricia; enriquecidos a costa de los pobres, como el padre de Julián.

Los arquetipos de personajes están fidedignamente descritos por la realista pluma de Stendhal, quien aporta todo detalle para crear este cuadro costumbrista con profundidad psicológica. El debate interno de Julián, Matilde de la Mole y la señora de Rênal, entre otros, son muestra del momento social que refleja la narración, pero también de la destreza del autor.

Mediante personajes como el abate de Chelán, el abate Pirard y el seminario de Besançon realiza una crítica de la religión; a sus modales, su inteligencia, la avaricia que corrompe la iglesia, todo contrapuesto al inocente de Julián, quien cree en una finalidad beata.

Otro tema que está presente en cada rincón de la narración es la política, la ardiente impostura que sufren los personajes por miedo a revelar sus verdaderas inclinaciones, frente a aquellos que defienden los ideales oficiales. Todos los personajes tienen opinión acerca de su inclinación política, como jacobinos, liberales, radicales o napoleónicos.

El conjunto de temáticas enriquece el relato realista-costumbrista, dotado de un rico y elaborado vocabulario que no resulta tedioso. Numerosas son también las referencias a obras de la literatura romana, como Tucídides u Horacio; autores de literatura francesa como Rosseau; incluso contiene un capítulo titulado Las afinidades electivas, referencia al contemporáneo Goethe.

Explorar todas las propuestas de esta narración es ahora obra del lector que desee desnudar personalmente este clásico de la literatura; incluido el título que se referencia una sola vez dentro de la narración: cayeron sobre mí rojos y blancos; negros y claros, sin excepción de nadie; como distinción de las ropas de los personajes, donde claramente los religiosos son el negro, color que viste imperturbable Julián. Así como los supuestos hechos reales en los que se basa la narración, como el disparo de Julián a la señora de Rênal, o la relación amorosa entre Julián y la señora de la Mole.

Ambientación

Henri Beyle, 1783 – 1842, más conocido por su pseudónimo Stendhal, es considerado uno de los primeros escritores del realismo francés, género que apela dentro de la propia novela: no olviden nuestros lectores que las novelas son espejos que pasean por la vía pública; máxima utilizada como base de la literatura realista seguida por escritores como Flaubert o Balzac.

Nacido en una familia burguesa, quedó huérfano de madre a muy pronta edad, quedando al cuidado de su padre, con sólidos ideales monárquicos.

En 1799 se instala en París para empezar sus estudios, pero enferma y debe renunciar a ello. En 1800 ingresa en el ejército napoleónico y experimenta la guerra, uno de los tópicos recurrentes en sus novelas.

Deja el ejército y trabaja como funcionario, hasta el 1815 cuando decide instalarse en Italia, época que se recoge en sus memorias de viajes, donde manifiesta experimentar un gran placer y éxtasis, que posteriormente se denominaría Síndrome de Stendhal en su honor.

Siguió viajando por Europa hasta el 1841, cuando sufre el primero de los ataques cerebrovasculares. En 1842 no logra recuperarse de uno y fallece.

Frase reveladora

La opinión pública la crean los necios que el azar hizo nacer nobles, ricos y moderados, la consecuencia es fatalmente inevitable.

Reflexión

Rojo y negro es una lectura que pide entera implicación del lector. Es una compleja narración escrita en 1830, por lo que se advierte que no es para todos los lectores. El vocabulario, las referencias históricas y políticas, el retrato social, los amores no correspondidos, todo crea una perfecta y fiel ambientación que invita a cualquier lector curioso del período referido.

Me permito incluirme en el gran espectro de lectores que no acostumbra a leer una novela de dicha ambientación, pero puedo afirmar que una vez familiarizado con todo, cada movimiento de Julián va seguido de una pregunta: ¿cómo acabará esto?

Rojo y negro

Autor

Stendhal

Edición

Penguin Classicos; 2015

Páginas

704

ISBN

9788491050537

Valoración

Rojo y negro