Skip to main content

La vida es sueño

Argumento

La vida es sueño se ha convertido en una lectura obligada no solo por su mensaje, sino también por su forma. Esta pieza teatral combina la estética con el significado para ofrecer una experiencia única al lector.

La vida es sueño presenta un personaje que ha sido aislado del mundo de manera consciente por su progenitor, por lo que no conoce la realidad más allá de la ficción que vive.

La acción se desencadena cuando el padre del protagonista decide que ha llegado el momento de revelarle la verdad: que es un príncipe y que debe tomar el relevo como heredero.

Las tres jornadas que integran esta obra enmarcan los principales momentos dramáticos de la trama, cumpliendo la función de introducción, nudo y desenlace.

Abstracción

La introducción de los personajes se produce de manera externa, ya que el lector conoce al protagonista mediante el diálogo que este establece con Rosaura, una muchacha que ha regresado a Polonia con intenciones oscuras.

La primera toma de contacto con el indiscutible protagonista, Segismundo, evidencia los temas en torno a los cuales va a girar el argumento. Los primeros parlamentos de Segismundo muestran a un hombre abandonado a su suerte, con contacto humano muy limitado y con una apreciación fragmentada de la realidad. Para él la realidad es hablar con Clotaldo, su instructor, y vivir en compañía de las paredes que lo rodean. La filosofía es su modo de relacionarse con el exterior, preguntándose constantemente acerca de la vida y su valor, la muerte y todo aquello que puede relacionarse con la ética y el deber.

Lo que no espera es la aparición de Rosaura y Clarín, una especie de bufón que acompaña a la muchacha y otorga ese aire distraído y divertido a la obra. Astolfo y Estrella, primos de Segismundo, ponen pie en la ciudad para reclamar lo que creen que es justo: el trono de la ciudad ante la ausencia de heredero por parte del rey Basilio.

En este momento se produce una ruptura: Basilio desea contar la verdad a Segismundo y liberarlo de esas cadenas que lo ataban a la ignorancia. No obstante, Basilio, junto a su confidente Clotaldo, elaboran un plan por si el despertar de Segismundo cumple la profecía de los astros y se vuelve violento y autoritario. La bala en su recámara es argüir que estaba soñando y conducirlo de nuevo a la torre.

Evidentemente, cuando Segismundo enloquece por un poder que cree legítimo, es dispuesto como títere en un teatro cuya representación controla el director Basilio. Pero el público, es decir, los habitantes de Polonia, conocedores de la verdad, se niegan a aceptar a los duques Moscovia como legítimos herederos.

Segismundo es de nuevo despertado de la ilusión en la que habita y, finalmente, es proclamado príncipe de Polonio, y futuro rey. El abrazo del pueblo hace reflexionar a Segismundo, quien resuelve la situación, incluyendo la venganza que Rosaura quería llevar a cabo, de la mejor manera posible, otorgando un final feliz a cada uno de los personajes involucrados.

Desnudando el libro

El tema principal de esta obra es el poder desmesurado, esa hybris tan característica del teatro griego, que se une a una creencia inquebrantable y se adorna con una reflexión acerca de la vida y sus actos.

La autoridad que acompaña a la figura del rey se hiperboliza en esta situación con un dominio total del hijo. Basilio no solo representa el poder en tanto que saber que le otorga ser el portavoz del pueblo, sino que ha excedido ese poder cuando toma control sobre una vida y decide que Segismundo no tiene derecho a vivirla de un modo libre.

La libertad de los hombres es puesta en contraste con las malas acciones que uno puede llevar a cabo y como esos actos están fuera de la convivencia. El libre albedrío de un sujeto acaba cuando delimita la de otro, por lo que Basilio es juez y verdugo de una situación que no debería producirse.

Por otro lado, Segismundo representa el tópico del barroco conducido al extremo: nacemos para morir. Pero podría considerarse que Segismundo ya ha conocido la muerte en vida al no poseer esa libertad que implícitamente se encuentra en ella. Este acto egoísta de Basilio es en realidad una consideración estrechamente ligada a su papel de rey, y es que como monarca ha tenido que renunciar a su propio hijo debido al vaticinio de los astros que profetizan crueldad e injusticia en el reinado de Segismundo.

Sin embargo, Basilio recapacita y logra dar la libertad que había privado, reclamando así su poder para ejercer tal acción. De algún modo, Basilio antepone un sistema de creencias a su propio criterio, dándole todo el poder a una serie de presunciones en vez de educar a su propio hijo. La reflexión que acompaña a estas decisiones sobrepasa el papel y apela directamente al lector en su dilema moral y ético.

No obstante, tampoco se detiene, y Calderón vuelve a poner sobre la mesa un tema tan delicado como la experiencia de la vida y cómo se relaciona con la muerte, la vigilia y la realidad. Cómo podemos asegurar que la vida no es sueño; ese límite difuso y emborronado que aquí se convierte en el argumento que debe salvar a Clotaldo y Basilio de la sospecha.

Pero eso no es todo. Por si las reflexiones y profundidad de los temas no bastaran, Calderón de la Barca hechiza al lector con su dominio sobre el lenguaje que pone en evidencia en esta obra. La decisión de componer una obra de teatro que reúna todos los elementos ya expuestos y además hacerlo de manera rimada resulta un proyecto ambicioso, pero funciona.

Y ha funcionado a lo largo de los siglos, gracias a lo que los lectores pueden seguir disfrutando de esta obra tan breve, entretenida y mágica que lejos está de agotarse.

Ambientación

Pedro Calderón de la Barca y Barreda González de Henao Ruiz de Blasco y Riaño, 1600 – 1681, nació en el seno de una familia bien posicionada, de noble linaje. Tanto es así, que tuvo el cargo de Consejo y Contaduría Mayor de Hacienda, sirviendo directamente a los Reyes.

Si bien empezó a ir a la escuela, lo cierto es que el padre tenía pensada para él la vida de sacerdote, por lo que empieza a asistir a colegios religiosos para dedicarse a la teología.

Sus padres fallecen con pocos meses de diferencia, y decide embarcarse en los estudios de derecho, aunque más tarde se embarca en la carrera militar, debido a que arrastraba problemas de herencias y tutelas que también atañían a sus hermanos.

En 1623 se estrena su primera obra teatral que resulta un éxito, lo que marca el inicio de su carrera como dramaturgo, que llega a contar con el mecenazgo de figuras reales y, por lo tanto, a recibir encargos.

En 1636 es nombrado caballero de la Orden de Santiago y, si bien no deja de escribir, participa en campañas militares como la guerra de secesión. Después de eso, se le da la licencia para no participar más de manera activa en combate, debido a las heridas, y empieza a formar parte de modo activo y reconocido de la sociedad de la época.

Su vida como escritor le permitió crear muchos contactos, participar de la vida pública, así como realizar pequeños trabajos como secretario de la Corte; si bien nada impidió que hacia el final de su vida tuviera problemas económicos. Poco después de dictar su testamento, fallece en 1681, dejando parte de sus bienes a la iglesia.

Frase reveladora

El vivir solo es soñar; y la experiencia me enseña que el hombre que vive sueña lo que es hasta despertar.

Reflexión

La vida es sueño es una obra teatral muy corta, en parte por el juego de rima interna que contiene, cuyos temas siguen creando un debate actualmente.

Sin duda, una de esas obras que todo lector debería leer una vez en la vida.

La vida es sueño

Autor

Pedro Calderón de la Barca

Edición

Penguin clásicos

Páginas

232

ISBN

9788491040322

Valoración

La vida es sueño