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El brazalete de granates

Argumento

En un escenario de ensueño a orillas del Mar Negro, se reúne un grupo de mujeres y hombres ilustres para celebrar el santo de la amable y afectuosa princesa Vera Nikoláievna.

La cena acoge a personajes tan célebres como el príncipe Vasili Lvóvitx, el gobernador Spéshnikov, el teniente coronel Ponamarióv, así como los hermanos de la princesa, Nikolái y Anna.

Todos los personajes intercambian pensamientos acerca de la vida, pero, sobre todo, del amor, el componente clave de la novela y el hilo conductor de los doce capítulos que la conforman.

Abstracción

En una apacible dacha cerca del mar viven felizmente Vera Nikoláievna, y su esposo Vássia, a la espera de que su hogar en la ciudad acabe de ser reformado. En este escenario, la princesa decide organizar una cena con sus amistades para celebrar su santo.

La conversación gira en torno a los amantes de su hermana Anna, quien, aunque casada, no duda en engañar a su marido con hombres de manera esporádica, pero constante, y al amor como elemento que mantiene unido a los individuos.

Incluso el coronel Anósov, un personaje entrañable, abuelo de las protagonistas, comparte con ellas una relación amorosa que tuvo durante su participación en la guerra.

Pero la agradable sobremesa es interrumpida cuando la criada anuncia a Vera que ha recibido un paquete de parte de un misterioso hombre ya desaparecido.

Cuando Vera abre el regalo, se percata de que la joya que ha recibido, un brazalete de granates, ha sido enviado por su admirador desde hace años: el señor Jéltkov.

El hermano de Vera, Nikolái, decide intervenir e ir en busca de este intrigante hombre para pedirle que detenga esa admiración hacia Vera. Sin embargo, el amor que Jéltkov siente escapa a toda razón, desembocando irremediablemente en un trágico final.

Desnudando el libro

El tema principal de esta breve obra es el amor; pero el amor contemplado desde distintas perspectivas. Se presenta el amor que mantiene la princesa Vera por su marido Vássia, un amor duradero, fiel e imperturbable; después se describe el amor infiel de la hermana de Vera, Anna, quien siempre que tiene oportunidad engaña al dulce marido; y, por último, se define el primer amor, el amor efímero, que vivió el coronel Anósov cuando se encontraba combatiendo.

Sin embargo, el tipo de amor que eclipsa el relato de manera torrencial es el del señor Jéltkov hacia la princesa Vera. Una tipología de amor paciente, porque no es correspondido, y doloroso. Jéltkov permanece a la espera de que Vera se percate de su existencia, de que decida otorgarle las atenciones que reclama, pero que, no obstante, es feliz en su anonimato, enviando regalos simbólicos, como el brazalete de granates.

El amor mezclado con la admiración que el señor Jéltkov siente peca de sentimentalismo, es una romantización idealizada de la figura de la princesa, que no conduce sino al inevitable desbordamiento de estos afectos. Finalmente, esa pasión escondida no puede sino que encontrar un trágico final: la muerte.

Ante la perspectiva de perder a la amada a través de esos detalles, de los regalos furtivos, el señor Jéltkov no ve otra alternativa que cometer suicidio. No es capaz de imaginar un mundo sin Vera, sin poder comunicarse con ella, y por ello, decide acabar con todo. Esa desesperanza recuerda al personaje principal de la novela Noches blancas de Dostoyevski, aunque el resultado es distinto, cuyo sentimiento prevalece del mismo modo.

El escenario principal, la cena que Vera ofrece en su dacha parece ser una antesala al tema que dominará la obra, ya que se referencia continuamente al amor y sus distintas representaciones.

Las descripciones de los sentimientos son precisas y frías, pero guardan en ellas reflexiones que acompañan al lector durante la cena, así como en la posterior búsqueda del emisor de esos regalos.

Ambientación

Alexandr Ivánovich Kuprín, 1870 – 1938, nació en el seno de una familia venida a pobre. De hecho, cursa sus primeros estudios en una escuela para huérfanos, antes de elegir una carrera militar.

A finales de la década de los noventa comienza a escribir y terminar sus primeras obras cortas, momento en que también incurre en la escena periodística. Su primera obra ve la luz en 1896.

Poco después se traslada a San Petersburgo, donde entra en contacto con el círculo intelectual de la época, en parte por su participación en revistas literarias y editoriales. A principios de la década de 1910 su carrera literaria es un hecho y se reconoce con el Premio Pushkin.

Cuando estalla la primera guerra mundial, se incorpora al ejército como teniente, cargo que le lleva hasta Finlandia. Después de la Revolución de octubre, se traslada a París, ciudad de la que regresa con la salud deteriorada. Fallece de cáncer en 1938, en su ciudad natal.

Frase reveladora

L’amor ha de ser tràgic. El gran misteri de la vida! I no hi ha cap bé material, cap càlcul, ni cap compromís que pugui alterar-lo.

Reflexión

El brazalete de granates es una obra corta, entretenida y sorprendente, que reúne todos los elementos para que acabe con un final irremediablemente trágico.  

El brazalete de granates

Autor

Alexandr Kuprín

Edición

Viena

Páginas

128

ISBN

9788417998370

Valoración

El brazalete de granates