Cartas persas

Argumento

Cartas persas se compone precisamente de un intercambio epistolar entre los protagonistas, dos hombres de la región de Persia que han tenido que huir y sus familiares.

Las más de trescientas epístolas que conforman este volumen son los testimonios de la diferencia de los personajes principales, quienes comparan constantemente su lugar de origen con las distintas costumbres que hallan a lo largo de Europa.  

Abstracción

Cartas persas se abre con una nota del autor donde se pide al lector máxima atención a los temas tratados, así como se argumenta el por qué de la elección de las cartas. Las epístolas han permitido crear un espacio no acotado para tratar temas tan relevantes socialmente como la política y la estructura social.

El gran protagonista de las cartas es Usbek, un hombre de mediana edad que ha sido expulsado de la corte de Persia por haber señalado conductas indecorosas. Su paso al frente es rechazado por la organización política y, ante una amenaza de muerte, debe exiliarse. Junto a él se encuentra Redmi, otro hombre que ha sido alejado de su país por sus ideas políticas.

Estos dos personajes son los que dan pie al intercambio epistolar, tanto entre ellos como con los familiares que han dejado atrás. Si bien la perspectiva de contraponer las costumbres de un lugar típico de oriente con los distintos territorios que los acogen en occidente es una contraposición interesante, lo cierto es que peca de repetitivo.

Los temas que se tratan al final se pueden resumir en tres pilares fundamentales: la religión, la política y la economía. Aunque las materias ofrecen una gran diversidad de perspectivas desde donde abordarlas, los personajes vuelven una y otra vez sobre la misma idea, incidiendo sobre ella y sin dejar espacio a lo que podría haber sido un intercambio muy rico de perspectivas y experiencias.

La temporalidad interna, que se extiende a lo largo de un par de años, aporta ese dinamismo a la lectura que se le resta con las temáticas recurrentes y circulares.

Desnudando el libro

El tema principal de esta obra podría considerarse como una crítica a las costumbres de occidente desde el uso de una perspectiva completamente distinta, como es el caso de la oriental. Esa mirada desde la otredad otorga cierta credibilidad y novedad a la mirada irónica y crítica que Montesquieu desea conseguir con ese recurso.

Lo que en un principio resulta tremendamente dinámico, proporcionado por ese intercambio epistolar, la aparición de los distintos personajes y ese viaje que realizan los protagonistas, lo cierto es que la repetición excesiva de las ideas en las que se basan las epístolas detiene toda fuente de agilidad.

La otra perspectiva que quería realzarse con los protagonistas en un escenario desconocido para comparar las costumbres de los distintos espacios se supedita al poder de las ideas que Montesquieu insiste en repetir una y otra vez. La política, con especial atención al papel de la monarquía, la religión cristiana vista desde un punto ajeno, y la economía como base de la sociedad occidental son al final el centro de este ensayo camuflado.

Los subtemas que podrían haberse propuesto desaparecen en la insistencia de los temas principales, y lo que podría haber sido un mosaico muy interesante al final resulta un cuadro sin perspectiva.

Incluso el lenguaje entra en este círculo vicioso de la repetición, como una especie de eterno retorno, que ralentiza la lectura y, en ciertos momentos, paraliza al lector.

Cartas persas podría haber sobrevivido mejor al paso del tiempo, pero la imposibilidad de conectar con el lector actual es evidente.

Ambientación

Charles Louis de Secondat, señor de la Brède y barón de Montesquieu, 1689 – 1755, nació en el seno de una familia noble, título que proviene de la familia materna.

Atiende una escuela católica conservadora antes de decantarse por la carrera de derecho, siguiendo así la estela familiar, que acaba por cursar en París. Debido a sus estudios y contactos, encuentra empleo en el parlamento de Burdeos.

Con pocos años de diferencia muere el padre y el tío, por lo que Charles hereda una gran fortuna. La rápida transformación de la esfera política de la época marca al autor, quien deja constancia en sus escritos, concretamente en la obra Cartas persas, que le otorga el reconocimiento social.

Poco después, sus implicaciones políticas, en las que destaca su gran conocimiento de la política de las colonias británicas de América, lo consolidan como un gran referente, convirtiéndose en el autor más citado en esa materia.

Si bien ejerce una influencia académica e incluso investiga otros campos de la ciencia, lo cierto es que nada parecía estimularlo suficiente, por lo que decide emprender un viaje a lo largo de Europa.

Este recorrido se encuentra recogido en algunas de sus obras, donde compara las distintas sociedades y costumbres. Charles sufrió de problemas de la vista que, antes de su muerte, lo dejan completamente ciego. Fallece en 1755.

Reflexión

Cartas persas podría haber sido mucho más de lo que es e infundir en el lector auténtica pasión por la perspectiva de la otredad en la que se basa. Sin embargo, la repetición abusiva de los temas que se plantean satura al lector rápidamente, sin dejar espacio para la reflexión.