Skip to main content

Buenos días, tristeza

Argumento

Las vacaciones de verano son para la familia de Cécile un oasis de paz en medio del Mediterráneo. En una pulcra y espaciosa casa con vistas al mar, Cécile se relaja con su padre, Raymond, y la amante de turno, Elsa.

Raymond es un hombre de mediana edad, viudo y mujeriego que convive con su hija adolescente de manera bohemia. Anne, amiga de la madre, es la reminiscencia de orden y rectitud en la familia.

Es precisamente su presencia en la villa de la costa francesa la que amenaza la libertad y despreocupación de Cécile. A partir de entonces, el relato se centra en explorar ese sentimiento de rechazo que alberga Cécile hacia los límites de la madurez.

Abstracción

La calidez del Mediterráneo acoge a sus residentes estivales. Cécile y Raymond se preparan para afrontar un caluroso y despreocupado verano junto a Elsa, la amante del padre.

Los desayunos tardíos, los repetidos descansos en la arena, la brisa acariciando los cuerpos festivos y un incipiente primer amor de Cécile son interrumpidos con la llegada de Anne.

Anne es una mujer decidida, disciplinada y con carácter; que a la vez resulta ser un recordatorio del pasado, ya que era gran amiga de la madre, ahora fallecida. Su aparición en la villa trastoca los descuidados planes de Cécile, quien resulta ser analizada por la crítica lupa de Anne.

Una perfecta noche de verano los personajes se reúnen en una glamurosa fiesta que promete cambiar sus vidas. Precisamente, es en esa fiesta cuando Cécile descubre que Anne y su padre se encuentran enzarzados románticamente, cosa que amenaza su tranquilidad.

A partir de ese momento, Cécile se halla contrariada consigo misma, planeando una venganza pueril que deseará no haber contemplado nunca. Paralelamente, el verano va llegando a su fin, y el regreso a la normalidad implica repensar el amor que siente por el joven al cual se ha abierto.

Todos los elementos se yuxtaponen cuando Cécile recibe la noticia de la muerte de Anne, hecho que acelera el desenlace.

Desnudando el libro

Buenos días, tristeza parte de la pérdida para presentar una relación atípica entre padre e hija que deriva en una bildungsroman de la protagonista.

Raymond y Cécile se refugian en la búsqueda de la libertad y del placer, en parte para evitar enfrentarse a su realidad, hasta que Anne regresa a sus vidas de manera huracanada. Parece que Anne es la figura que el rompecabezas familiar necesita para retomar esa perdida conjunción social.

La relación que se establece entre Anne y Raymond es inevitable e incluso predecible, igual que la reacción de Cécile. La adolescente se ha acomodado en ese confort que ofrece la nula supervisión paterna, sin plantearse las consecuencias. La aparición de Anne es el elemento necesario para que Cécile retome sus quehaceres y se adentre en la reflexión acerca del futuro.

El aprendizaje de la joven es el hilo conductor de la historia, que, sin duda, da un giro con el fallecimiento de Anne, lo que golpea con estruendo a una ingenua y aún infantil Cécile.  

El lector es testigo del diálogo interior que aflora y domina en Cécile durante la segunda parte del relato, como un despertar de la conciencia. Es un ejercicio muy interesante entre las partes que conforman al sujeto, como una lucha de contrarios.

Ambientación

Françoise Quoirez, 1935 – 2004, nació en el seno de una familia burguesa. Era inconstante en los estudios, de hecho, no llegó a graduarse en la Sorbona.

A principios de los cincuenta, François toma el pseudónimo Sagan de un personaje de la obra de Proust y publica su primera novela: Buenos días, tristeza, a los dieciocho años.

Su carrera literaria prolifera junto a su adicción a las drogas y otros escándalos. Entabló amistad con figuras como Truman Capote y Ava Gardner.

Nunca abandonó la literatura, ni sus otros vicios. Falleció en 2004 debido a una embolia pulmonar.

Su hijo Denis honró el legado de su madre con la creación del Premio literario François Sagan en 2010.

Frase reveladora

Por primera vez en mi vida ese “yo” parecía dividirse y el descubrimiento de semejante dualidad me sorprendía enormemente.

Reflexión

Buenos días, tristeza es una novela muy breve y de fácil lectura que mantiene al lector pendiente de la figura de Cécile. Presenta una historia entretenida con un añadido reflexivo, así que resulta atractiva para cualquier tipo de lector.

Buenos días, tristeza

Autor

Françoise Sagan

Edición

Tusquets

Páginas

184

ISBN

9788483105221

Valoración

Buenos días, tristeza